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Mostrando entradas de agosto, 2019

Un monstruo como nosotros

Ayer soñaste con un monstruo. Yo, soñé que mi padre moría Y de eso ya hace un año. Mi madre lo llamó premonición, yo, una suma de remordimientos y de abrazos a larga distancia. Me pregunté todo el día  sobre la forma que tuviera tu monstruo, si era parecido a alguno de mi colección, si tenía forma humana o abstracta, si era tierno como un gato o peligroso como un tigre. También me pareció curioso que tú fueras la que tuvo la pesadilla, siendo que fui yo el del insomnio. Ese que se apaciguó en la oscuridad de la noche, cuando me arrulló tu respiración y me arropó tu abrazo tierno y cálido. Antes de despedirnos, no te pregunte más sobre el sueño; tal vez por el tiempo o tal vez por la prisa. O tal vez fue por el miedo a que cuando me lo contaras, que aquello no tuviera mi cara, no tuviera mi cuerpo y no te asustara ni te quitara el sueño.