Confieso.
Confieso.
Confieso que he vivido como Neruda.
Confieso al peor de los abismos:
que he vivido y pecado, como cualquier mortal.
Confieso que he vivido las peores tormentas
y las mejores de las dichas.
Y me he equivocado, y si claro, he vivido.
Me he equivocado tantas veces que por eso mismo confieso que he vivido.
Uno no puede desaferrarse del amor verdadero
ni de la pasión que hay bajo de uno,
pero el quivocarse da las peores memorias,
y a la vez la mejor de las experiencias.
He vivido aquí, entre todos ustedes,
entre el amor y el desamor,
la vida y la vergüenza,
la calumnia y la verdad.
He vivido porque he pasado por mucho,
y aún a veces parece que hay hoyos donde uno se mete.
He vivido y punto.
Sin preguntas, sin pretextos.
Pero sepan que he vivido
porque aún en la luz de mi vida
me he visto entre lágrimas y tormentas.
Hoy, sí, lo confieso: me he vuelto a equivocar.
Pero he vuelto a renacer,
porque cuando la vida es más dura,
se forja más fuerte la pisada.
Ahora el hombre renace de las cenizas
y deja lo que conoció atrás.
El hombre rompe sus sombras,
pelea con sus demonios
y es el guerrero que soñó ser,
La noche aún tibia y de nuevo
confieso que no he muerto.
Que me falta tocar el cielo,
cumplir promesas y alcanzar
el único destino que me importa.
Pero va transcurriendo el tiempo
y me doy cuenta que aún no he de morir
porque sé que aún tengo cosas que aprender.
Confieso que he vivido y que....
siempre lo he querido, pero sólo a tu lado.
Confieso que he vivido como Neruda.
Confieso al peor de los abismos:
que he vivido y pecado, como cualquier mortal.
Confieso que he vivido las peores tormentas
y las mejores de las dichas.
Y me he equivocado, y si claro, he vivido.
Me he equivocado tantas veces que por eso mismo confieso que he vivido.
Uno no puede desaferrarse del amor verdadero
ni de la pasión que hay bajo de uno,
pero el quivocarse da las peores memorias,
y a la vez la mejor de las experiencias.
He vivido aquí, entre todos ustedes,
entre el amor y el desamor,
la vida y la vergüenza,
la calumnia y la verdad.
He vivido porque he pasado por mucho,
y aún a veces parece que hay hoyos donde uno se mete.
He vivido y punto.
Sin preguntas, sin pretextos.
Pero sepan que he vivido
porque aún en la luz de mi vida
me he visto entre lágrimas y tormentas.
Hoy, sí, lo confieso: me he vuelto a equivocar.
Pero he vuelto a renacer,
porque cuando la vida es más dura,
se forja más fuerte la pisada.
Ahora el hombre renace de las cenizas
y deja lo que conoció atrás.
El hombre rompe sus sombras,
pelea con sus demonios
y es el guerrero que soñó ser,
La noche aún tibia y de nuevo
confieso que no he muerto.
Que me falta tocar el cielo,
cumplir promesas y alcanzar
el único destino que me importa.
Pero va transcurriendo el tiempo
y me doy cuenta que aún no he de morir
porque sé que aún tengo cosas que aprender.
Confieso que he vivido y que....
siempre lo he querido, pero sólo a tu lado.
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